Definición y Mitos sobre la Hipnosis
HIPNOSIS TERAPÉUTICA (Metodología Clínica Directa):
Extraído del “Manual de Hipnosis Terapéutica” del autor J. Martínez. Copyright © 2010 todos los derechos reservados.
La palabra Hipnosis tiene su origen en:
“Hipno”: en la mitología griega (Hypnos) era la personificación del sueño, hijo de Érebo (dios de la oscuridad y la sombra) y Nix (diosa de la noche), y hermano gemelo de Thánatos (dios de la muerte) y padre de Morfeo (dios del sueño).
“Sis”: sufijo que significa acción, proceso o resultado de… o estado irregular.
A Hypnos se le representaba con grandes alas de mariposas (capaces de trasladarle de un extremo a otro de la tierra, con sigilo y en un instante), sosteniendo en su mano una planta de adormidera. Por lo tanto la hipnosis sería un proceso o resultado o estado irregular de adormecimiento.
Definición Hipnosis Clínica (J.Martinez): La hipnosis es una técnica que permite sumergir al individuo en un estado de consciencia particular (estado ampliado de consciencia) diferente del estado de sueño y del estado de vigilia
Ese estado de consciencia ampliada no es un estado anormal; sino más bien, un estado natural provocado de forma artificial; es decir, muchas veces a lo largo del día entramos en dicho estado de forma natural. La hipnosis es una ciencia que debe utilizarse siempre con fines terapéuticos.
La Hipnosis Clínica busca la curación del paciente, y lo hace ahí donde puede ser más rápida, efectiva y permanente; es decir, trabajando directamente en la parte inconsciente del paciente, con el fin de aliviar, curar o acelerar la curación de síntomas, trastornos o enfermedades tanto psíquicas como físicas. La hipnosis, sería pues la llave para acceder al inconsciente de la mente del ser humano.
Definición Hipnosis Terapéutica (J.Martinez): La Hipnosis Terapéutica se define como cualquier método inductivo donde se introduce un tratamiento con el fin de aliviar, curar o acelerar la curación de síntomas, trastornos o enfermedades tanto psíquicas como físicas, respetando siempre el código moral del paciente. La hipnosis se entiende como una técnica o medio para insertar una terapia.
Lo qué no es la hipnosis clínica: Programas de TV, espectáculos tipo circenses. Cuentos e historias que hemos escuchado acerca de gente hipnotizada que no sabe lo que hace, o hace barbaridades en contra de sus principios más elementales. Hay muchas fábulas, películas o patrañas.
La hipnosis como procedimiento terapéutico puede ser considerada como una de las técnicas más antiguas que se conocen, sin embargo a pesar de su antigüedad ha tenido períodos de olvido y otros de gran aceptación. Estas situaciones de olvido han estado dadas principalmente por el gran desconocimiento acerca de la hipnosis, que ha sido considerada durante mucho tiempo como un procedimiento acientífico, también se la ha rodeado de un velo místico, atribuyéndole poderes especiales “casi mágicos” a los practicantes de la hipnosis. Lo que le llevó a su no aceptación en esos periodos de olvidos, (aunque hoy en día también son muchos sus detractores).
En la segunda mitad del siglo XX comienza el periodo de la hipnosis científica. Hoy en día, estamos en un periodo de bastante aceptación de la hipnosis, sobre todo de la Hipnosis Clínica y no de la hipnosis circense o de espectáculo.
Metodología Clínica Directa VS Metodología Clínica Indirecta:
La Hipnosis Clínica Indirecta o ericksioniana aparece a mediados del siglo XX de la mano de Milton H. Erickson, consiste en una serie de fábulas o cuentos que el hipnoterapeuta narra mientras el paciente está hipnotizado, que luego debe relacionar una vez despierto con sus problemas y deben servirle para solucionarlos. Es como una metáfora. Consiste en el uso de la palabra con la finalidad de crear confusión mientras se establece una sugestión indirecta. Erickson utilizaba metáforas y cuentos como herramientas esenciales del trance.
La Metodología Clínica Directa es un conjunto de ejercicios, claros y concretos, que se combinan entre sí para buscar la mejor efectividad y mayor potencia, para ver de remover lo que quiera que sea que atormente, dificulte y hasta impida realizar las tareas cotidianas con un mínimo de normalidad. El éxito de la Hipnosis Terapéutica sería la buena combinación entre ejercicios primarios, secundarios y terciarios que componen la base principal del tratamiento. La diferencia no radica en el método de inducción al trance, ya que existen tantos métodos de inducción como terapeutas hay. La diferencia radica en el tratamiento. Este está compuesto por una serie de ejercicios primarios, secundarios y terciarios. Estos ejercicios son inducidos de manera directa y no indirecta.
Nacimiento de la Hipnosis Terapéutica:
Los orígenes de esta nueva disciplina dentro de la Hipnosis Clínica se remontan entre finales de los años 80 y principios de la década de los 90 del siglo pasado. El precursor de esta nueva modalidad es Javier Martínez Pedrós (psicólogo/hipnoterapeuta), con él empezó el embrión de la Hipnosis Terapéutica con metodología Clínica Directa.
Al principio la idea partía de hacer el tratamiento de una manera directa y no indirecta como lo hace la hipnosis indirecta o ericksoniana. La inducción al trance carece de importancia, ya que hay tantos métodos para ello como hipnoterapeutas existen. Al principio empleábamos para inducir al trance la combinación de relajación más visualizaciones. Después introdujimos nuevos métodos, como por ejemplo la Relajación Completa de Hipnosis (RCH), y también la introducción de una “llave” para acelerar el proceso de inducción y con ello tener más tiempo para la aplicación del tratamiento. Pero como hemos comentado con anterioridad los métodos de inducción al trance carecen de importancia.
Al principio basábamos la terapia solamente con ejercicios primarios. Después mejoramos los ejercicios primarios, (donde introdujimos: la técnica del susurro, la finalización, la llave, diálogo final (Debriefing), etc., y mejoramos el proceso de salida del estado hipnótico. También ampliamos los ejercicios para crisis, donde añadimos: habitación ampliada, palmeado, trapecista, tu lugar favorito, etc.). Introdujimos también los ejercicios secundarios (que son los que apoyan a los primarios) y también los ejercicios terciarios (que son los que debe hacer el paciente en su casa). De esa manera ampliamos y mejoramos muchísimo esta nueva modalidad de hipnosis. Ampliando y mejorando muchísimo el tratamiento con la introducción del ejercicio: “antes de la terapia”. También se amplió la terapia basada en hipnodiatermia, añadiendo el script de “ácido abrasivo” y también añadimos los ejercicios secundarios inductores de la elevación del sistema inmune del paciente y los terciarios que se basan en que el paciente previa relajación visualice la reducción sistemática de su tumor y la consecuente curación del mismo. Con todo ello nace una nueva modalidad, una nueva disciplina, una nueva escuela dentro de la Hipnosis Clínica, la Hipnosis Terapéutica con metodología Clínica Directa, considerando a Javier Martínez Pedrós como el creador, impulsor y fundador de esta nueva disciplina.
Hipnoterapia:
El uso de la Hipnosis Clínica con fines terapéuticos recibe el nombre de hipnoterapia clínica, (insertar un terapia a un paciente, estando éste en estado hipnótico).
Hipnosis y sueño:
Durante el sueño al igual que en el estado hipnótico bajan las pulsaciones cardiacas, la respiración, la tensión y la temperatura corporal. En el sueño se sueña dando lugar a los movimientos de ojos rápidos (REM), en hipnosis se visualiza, dándose el mismo fenómeno del movimiento de ojos rápidos (REM). En las pesadillas suben la tensión y el pulso cardiaco, en hipnosis ocurre lo mismo cuando le hacemos visualizar al paciente acontecimientos desagradables, como por ejemplo con los ejercicios aversivos. Sin embargo si efectuamos un electroencefalograma de una persona en estado hipnótico, el trazado obtenido no se parece en nada al del sueño, sino que se asemeja al de una persona despierta, atenta, pero en estado de gran tranquilidad y relajación mental.
DESMITIFICAR LA HIPNOSIS Y SUS PRINCIPALES MITOS:
Es bien sabido que el mayor obstáculo con el que se encuentra un hipnoterapeuta en la aplicación de la técnica hipnótica, es una cantidad de falsas creencias que se han tejido en torno a la hipnosis. Creencias que han sido reforzadas por los medios de comunicación y los hipnólogos de teatro.
Desgraciadamente, el tratamiento que tradicionalmente ha recibido la hipnosis ha estado mucho más ligado al mundo de lo esotérico, mágico y paranormal que desde un punto de vista científico. Todo ello ha fomentado la aparición de una serie de ideas erróneas sobre lo que es la hipnosis y con ello el surgimiento de falsos mitos sobre la misma. Resultando sumamente negativo para la hipnosis, para el hipnoterapeuta y para el paciente.
* Para la hipnosis: Porque la degrada y la convierte en espectáculo.
* Para el hipnoterapeuta: Porque dificulta la aplicación de la hipnosis.
* Para el paciente: Porque éste al estar contaminado por esos falsos mitos se ve envuelto en un halo de miedo e incertidumbre que normalmente le impide entregarse a la profesionalidad del terapeuta y con ello penetrar en un estado de hipnosis óptimo para la realización de la sesión terapéutica.
Es preciso recordar que antes de aplicar la hipnosis, es importante, necesario y fundamental, desmitificar y quitarle al paciente una cantidad de falsas creencias que tiene entorno a la hipnosis. Debemos aclararle los conceptos y quitarle los miedos, debido a las falsas creencias, que hacen que el paciente, consciente o inconscientemente, pueda dificultar el proceso hipnótico.
El tiempo que empleemos desmitificando la hipnosis, no es un tiempo perdido, al contrario, nos va a permitir que el paciente entre más fácilmente al proceso hipnótico.
ENTRE LOS MÁS IMPORTANTES, PODEMOS CITAR LOS SIGUIENTES:
a) Sólo sirve para débiles mentales o de voluntad débil:
La mayor culpa de la creencia de este mito, se sitúa en la práctica de la hipnosis de espectáculo. Obviamente a todo el mundo le gusta parecer que es inteligente, por lo que es bueno desmitificarlo. Está comprobado científicamente que la inteligencia correlaciona en positivo con el trance hipnótico; es decir, a más inteligencia más probabilidad de entrar en trance hipnótico.
b) Puedo quedarme “enganchado” y no despertar:
Se trataría de las personas que tienen miedo, al pensar que en estado hipnótico se van, no sé donde, y se quedan allí. Esto tiene que ver, en que se han hecho hipnosis de tipo regresivo con la creencia de que el individuo consigue desdoblarse o viajar astralmente, y queda la duda en la persona de cómo regresar. Debemos aclararle al paciente, que si le ocurriera algo al hipnoterapeuta, como por ejemplo si durante la sesión se muriera, el paciente transcurridos diez minutos sin escuchar la voz del hipnoterapeuta, éste se despertaría y saldría automáticamente del trance.
c) Es una cosa diabólica:
Fundamentalmente en las personas mayores, todavía existe la creencia de que la hipnosis pertenece al rito satánico y las personas que están vinculadas a determinadas religiones consideran la hipnosis una práctica satánica. Es importante no decir en la primera sesión que se va a practicar una hipnosis, porque si la persona tiene este condicionamiento no se le podrá aplicar, por ello es bueno, de forma indirecta, averiguar cuáles son sus creencias y su religión, y no mencionar la palabra hipnosis, sin antes estar seguros de que no hay colisión con su creencia (diremos en este caso: vamos a realizar una relajación). Un hipnoterapeuta responsable no tiene que alterar, tocar, ni afectar sus creencias religiosas para llevar a cabo un tratamiento. El uso de la hipnosis clínica, en la actualidad es terapéutico. No tiene vínculo alguno con ninguna secta ni religión.
d) Pueden desvelar mis intimidades:
Es la creencia de que el paciente estando bajo hipnosis, está inhibido de sus facultades. Sin tener en cuenta que, nadie puede conseguir nada de nadie que esté en estado hipnótico y que no quiera voluntariamente contestar, mucho menos si va contra su código ético o moral. Por lo tanto si el paciente no quiere, no contará sus intimidades.
e) Miedo a hacer el ridículo:
Debido al mal uso que se hace de la hipnosis y sus representaciones teatrales, se hace uso de ciertos actos circenses que hacen que la persona sea reacia a presentarse voluntaria por temor a que la ridiculicen, esto lo asocian a cualquier tipo de praxis hipnoidea. Curiosamente los que suelen presentarse como voluntarios a una sesión teatrera son los que les gusta ser el centro de atracción. Hay que saber diferenciar la hipnosis de salón de la Hipnosis Clínica.
f) Pueden abusar de mí:
Solo en el caso de que el paciente lo permitiese. El hipnoterapeuta más perverso, sería incapaz de propasarse ni psíquica ni físicamente con un paciente, ya que nadie puede interferir en el código moral o ético del paciente. Es imposible el abuso de tipo sexual por parte del hipnoterapeuta hacia el paciente, ya que esto interfiere el código moral del paciente, y este código es imposible romperlo bajo hipnosis. A nadie se le puede inducir sugestiones o ideas que vayan en contra de sus principios éticos o morales. Si a una persona hipnotizada le ordenamos algo en contra de sus convicciones, dicha persona responderá con cierto grado de agitación y saldrá del estado hipnótico. Si le ordenamos suicidarse o cometer un crimen, y siente que esto contraría sus convicciones y sus valores, la persona se sentirá confundida y despertará del trance.
g) Se pierde totalmente la conciencia:
Este mito es uno de los más extendidos y hay que hacer comprender que el estar hipnotizado no es estar dormido. La conciencia sabe siempre lo que uno experimenta mientras está hipnotizado. Pese al profundo contacto subconsciente, la mente puede comentar, criticar y censurar. Tenemos siempre control sobre lo que decimos. La hipnosis no es el suero de la verdad. No es de extrañar que después de una sesión de hipnosis, el paciente salga de ella con la sensación de no haber sido hipnotizado, porque se ha enterado de todo.
h) La hipnosis es peligrosa:
La hipnosis no tiene en absoluto el más mínimo peligro, partiendo de la base de quien la realiza es un terapeuta que domina y conoce la técnica. Lo más peligroso que puede ocurrir en la sesión de hipnosis, es que el paciente se duerma, si esto ocurriera no impediría para nada el llevar a cabo la sesión hipnótica. No existe riesgo alguno en dejarse hipnotizar por un profesional, pero utilizada por aficionados, la hipnosis puede hacer aflorar traumas ocultos sobre los que se pierde todo el control. La hipnosis no es un juego, es una técnica muy potente, que puede ayudar a superar una enfermedad tanto psíquica como física y deben emplearla profesionales afines a ella. La hipnosis cuando está en malas manos es lo mismo que la medicina en manos equivocadas. Por tanto, la hipnosis es uno de los métodos más inocuo y carente de efectos secundarios, siempre y cuando esté realizado por personal cualificado y experto.
i) La hipnosis implica una pérdida de la voluntad:
Si no hay voluntad por parte del paciente para ser hipnotizada no habrá hipnosis. No puede inducirse la hipnosis sin la colaboración del paciente. La hipnosis es un trabajo en equipo formado por el terapeuta y el paciente, donde ambos tienen voluntad, uno en aplicar la hipnosis y el otro en recibirla. Si el paciente no quiere y se resiste a ello, no hay hipnosis.
j) La persona hipnotizada se encuentra bajo el control del hipnotizador:
Esto es falso, ya que los pacientes hipnotizados no se hallan dominados en absoluto por el hipnoterapeuta, pues poseen completamente intacta la capacidad de tomar decisiones. Si se le manda a un paciente hipnotizado que haga algo en contra de su voluntad o de su código de conducta personal (código ético o moral), éste saldría de inmediato del estado hipnótico. Los pacientes hipnotizados “obedecen” a lo que ellos quieren y nunca contra su propia voluntad.
k) El éxito del trance hipnótico se debe al “poder” del hipnotizador:
Cualquier persona puede hipnotizar, sea hombre o mujer, con una voz aguda o grave, etc. El trance hipnótico se induce mediante técnicas inductivas que no requieren el uso de ningún tipo de “energía psíquica”, ni “poder”, ni poseer ningún “don” para ello. Cualquier persona con inteligencia promedio puede aprender técnicas inductivas, otra cosa es la práctica seria y profesional de la hipnosis; es decir, se necesitan estudios y preparación para trabajar con pacientes. El éxito del trance se debe a la voluntad de ambos; es decir, voluntad del terapeuta en inducir el trance y voluntad del paciente en aceptar y colaborar para conseguirlo.
l) Al salir del trance hipnótico no se recuerda nada de la sesión:
La mayoría de los pacientes recuerdan todo o casi todo lo que se les dijo e hizo durante la sesión hipnótica. Algunos pacientes presentan una amnesia espontánea al salir del trance. No obstante para evitar esta amnesia, antes de salir del estado hipnótico se le induce al paciente a que recuerdo todo lo dicho en la sesión. Ejemplo: “Ahora voy a contar hasta seis… y cuando diga seis… abrirás los ojos… y te sentirás estupendamente bien… te sentirás nuevo y renovado… sobre todo te sentirás muy relajado… y recordarás todo lo dicho en la sesión…”.